El belga Guy Verhofstadt cree que el nuevo Gobierno andaluz implantará un programa «centrista reformista»
El fantasma de una confrontación interna entre los liberales europeos por el apoyo de Vox a Ciudadanos en Andalucía se aleja. El jefe del grupo en el Parlamento Europeo, el belga Guy Verhofstadt, ha mostrado este jueves su entusiasmo en redes sociales ante la próxima entrada en el Gobierno andaluz del partido de Albert Rivera, su gran aliado en España. «Contento de ver a Ciudadanos en el gobierno de Andalucía con un programa centrista y reformista y sin concesiones ni acuerdos con Vox Se abre una oportunidad histórica para la regeneración y modernización de esa gran tierra, ¡Ganan los andaluces y todos los españoles!», ha afirmado.
El mensaje reduce al mínimo las opciones de que los socios europeos de Ciudadanos le exijan explicaciones por desembarcar en el Ejecutivo gracias a los votos de la extrema derecha. Una posibilidad que abrió el propio Verhofstadt el día de las elecciones andaluzas, cuando alertó contra cualquier pacto con la ultraderecha. Y que en las últimas horas había tomado cuerpo en forma de advertencia desde el Elíseo, vigilante ante cualquier tentación de acuerdo, por parte de un partido amigo, con una formación alejada de los valores europeístas con los que Emmanuel Macron pretende aterrizar en el Parlamento a lomos de su movimiento, La República en Marcha.
El tuit de Verhofstadt, habitual azote de la extrema derecha en sus intervenciones públicas, valida, a nivel interno, la estrategia de Ciudadanos en Andalucía, basada en un pacto de Gobierno con el Partido Popular que se desvincula por completo de las cesiones del PP a Vox. La formación naranja no ha querido figurar en ningún momento junto a Santiago Abascal y los suyos, con los que ha evitado la fotografía en pos de mantener un perfil centrista y europeísta en riesgo conforme su nombre aparecía asociado al de Vox.
El crecimiento de Ciudadanos ha aupado al partido a la primera línea de los liberales europeos. Su responsable de Economía, Luis Garicano, es el vicepresidente del partido ALDE, el último congreso europeo de la formación se celebró en Madrid, y el PDeCAT fue expulsado este año, bajo el impulso de Ciudadanos, por su historial de corrupción.
El contexto deja poco margen para el reproche interno, e invita a los liberales a equiparse para lo que viene. El ascenso de la extrema derecha en los comicios europeos de mayo se da por descontado. Y la buena sintonía entre gobiernos ultraconservadores es un hecho. El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, llamó esta semana a sus colegas polacos del gobernante Ley y Justicia a plantar cara al eje franco-alemán e iniciar juntos una nueva «primavera europea».
Los acuerdos firmados con partidos de derecha radical por otros miembros del grupo liberal en Dinamarca, Bélgica o República Checa tampoco invitaban a dar a Ciudadanos una respuesta excesivamente dura, con lo que Verhofstadt ha dado por bueno el programa de Gobierno PP-Ciudadanos obviando la bendición de Vox al nuevo Gobierno.
Fuente: El País