La nueva estrategia para enfrentar el segundo año de gobierno fue bien evaluada en el oficialismo, aunque también afloraron aprensiones.
“(El gobierno) va a buscar reemplazar esa errónea lógica de la retroexcavadora por la sana cultura del diálogo, de los acuerdos y de la colaboración”.
Desde uno de los balcones de La Moneda, el 11 de marzo de 2018, el Presidente Sebastián Piñera delineó el sello que buscaría darle a su segundo gobierno. Ese día, el Mandatario definió el inicio de una “segunda transición” y convocó a la oposición a cinco grandes acuerdos, en infancia, seguridad, salud, paz en La Araucanía y desarrollo integral.
Un año después, el Ejecutivo apunta a una nueva etapa, marcada por el “realismo” para enfrentar un período legislativo donde se debatirán al menos cuatro grandes reformas: tributaria, previsional, laboral y salud. Así, aunque se mantendrá en pie el llamado a lograr acuerdos en el Congreso, se establecerán nuevos márgenes de acción donde -revelan en el propio oficialismo- la premisa de “en la medida de lo posible” cobrará fuerza.
Las primeras luces las dio el presidente de RN, Mario Desbordes, quien el sábado dijo a La Tercera que “no podemos aspirar a grandes acuerdos transversales”, pues -a su juicio- “tenemos un sector de la oposición que lo único que busca es el fracaso del gobierno”.
Un análisis que fue reafirmado en el comité político ampliado del lunes, donde el propio Piñera delineó una hoja de ruta donde si bien se mantendrá el discurso de la búsqueda de acuerdos, ello no será a costa de desvirtuar los objetivos trazados en el programa de gobierno. En este sentido, desde el oficialismo apelan al “ganar perdiendo”, es decir, frente a los reveses que puedan sufrir en el Congreso, buscarán “hacer pagar los costos” a la oposición.
“Nosotros ganamos el gobierno con un programa y hay que implementarlo en la medida de lo posible”, resumió tras la cita la timonel UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
Ayer, el ministro Gonzalo Blumel (Segpres) apuntó en una línea similar. “El gobierno, y lo hemos dicho siempre, ha buscado y ha planteado desde el primer momento que va a buscar los acuerdos más amplios posibles. Pero acá nadie está obligado a lo imposible”, sentenció.
Aprensiones
El fin del receso parlamentario permitió que ayer las distintas bancadas oficialistas analizaran los criterios establecidos por Piñera con los principales dirigentes del bloque. Y la evaluación fue positiva, pero con algunos matices.
La estrategia, valoran en el oficialismo, permite un “sinceramiento” de las posiciones y “aterriza” uno de los aspectos que marcaron el debate legislativo del año pasado: que la oposición no actúa como bloque, sino que hay sectores en cada partido de la ex Nueva Mayoría y -en menor medida- del Frente Amplio con los que se puede buscar acuerdos. ¿Cuál es el límite? “Los principios”, plantean desde Chile Vamos. Claro que, ante esa máxima, un legislador de la UDI expone una “preocupación”: “Los principios de Piñera no son los mismos que los nuestros; ahí es donde parten los problemas”, dice.
Otra de las aprensiones repetidas por dirigentes oficialistas es que, en las negociaciones con la centroizquierda, “nosotros seamos parte de la ecuación”.
En palabras del diputado Frank Sauerbaum (RN), “el gobierno tiene que tratar de llegar a acuerdos con la oposición. Lo que pedimos es que quienes damos soporte al gobierno, seamos informados debidamente, ojalá antes de esas negociaciones, para no quedar a placé”.
Desde la UDI, el diputado Jaime Bellolio cita como un buen ejemplo para abordar el debate legislativo lo ocurrido con Admisión Justa, iniciativa que será dividida en dos proyectos para facilitar su trámite. “Llegar a acuerdos para aprobar las reformas que el gobierno ha planteado es estrictamente necesario, pero eso tiene un límite, y es que no se desnaturalice lo esencial”, sostiene.
Su par RN Gonzalo Fuenzalida, si bien evalúa de buena manera la estrategia, expresa su preocupación por la cantidad de reformas que se quiere impulsar. “Me parece bien que el gobierno dé líneas de trabajo, prioridades y objetivos, pero creo que en un año son difíciles de lograr”, dice, y concluye: “Quien mucho abarca, poco aprieta”.
