El sueño de Humberto de la Calle de ser presidente de Colombia se había desvanecido en 1994, cuando el Partido Liberal (PL) optó por Ernesto Samper. Pero desde que el presidente Juan Manuel Santos lo nombró jefe negociador en La Habana, su nombre resurgió en el escenario político nacional.
Con el triunfo del No en el plebiscito quienes lo veían como presidenciable pusieron en duda su nombre, no obstante la renegociación y el desarme por parte de las Farc, confirmado por el Gobierno, le dieron un nuevo impulso.
En diálogo con EL COLOMBIANO manifestó que le seguirá poniendo el pecho a lo negociado con las Farc, que está construyendo su plataforma y que no es responsable de las acciones del Gobierno diferentes a las relacionadas con la paz.
¿Cuáles serán los ejes de su programa de gobierno?
“La plataforma programática la daré a conocer en noviembre y será producto de una interacción con la sociedad. Me acompaña el mejor grupo de economistas, entre ellos, Marcela Meléndez, Hernando Zuleta, Marc Hofstetter, Ana María Ibáñez y Marcela Eslava”.
¿Nos puede contar avances de algunas propuestas?
“La administración de justicia está arruinada. Pero no es solo la justicia de los jueces sino en el sentido más amplio. El colombiano que tiene empleo madruga pensando en la posibilidad de perderlo. Trabajaremos en la cobertura y calidad de la educación. Se ha avanzado en salud, pero aun hay huecos negros. También tenemos el campeonato de inequidad, al lado de Haití, lo debemos combatir, al igual que la corrupción en la política”.
La primera persona que lo propuso a usted como presidente fue Piedad Córdoba, en junio de 2015, y usted lo descartó. ¿Ese proceso le sirvió como plataforma política?
“Es descabellado pensar que yo estaba maquinando una candidatura desde el primer momento con unas conversaciones tan complejas, que estuvieron a punto de interrumpirse y en las que nadie creía. Un funcionario que fue eficaz como impulsor de la infraestructura puede decirle a los colombianos que voten por él, también lo puede hacer quien logra la paz”.
¿Por qué decidió confirmar su candidatura presidencial?
“Recorrí parte del país, sobre todo las zonas de conflicto y lo que vi allí me generó satisfacción, porque la gente confiesa que respira mejor, pese a que hay focos de violencia. También hay una gran esperanza, que se basa en el cumplimiento del Acuerdo, pero está en peligro ante personas que quieren revivir el fanatismo religioso, el populismo y usar el viejo y gastado autoritarismo”.
Usted decía que si ganaba el No se caía todo lo negociado con las Farc. ¿Se equivocó?
“Fue el presidente Santos quien, con sensatez, dijo que hiciéramos un nuevo Acuerdo. Viajamos a La Habana y las Farc abrieron nuevamente la mesa. Dije que fue el mejor Acuerdo posible, y me critican, pero tenía razón: se resolvió el conflicto”.
¿La posibilidad de que Iván Márquez sea senador alimenta la crítica sobre impunidad?
“La JEP tendrá que definir la situación jurídica de él y de quienes vayan al Congreso. Si les impone sanciones determinará si hay forma de hacerlas compatibles con la representación política. No están impedidos”.
Si el PL hace consulta ¿participa o mejor usa las firmas?
“No puedo pronunciarme hasta que se fijen las reglas el 28 de septiembre, en el congreso del partido. Deben estar regidas por el criterio de solidificar la paz. No se pueden excluir partidos ni personas como Sergio Fajardo, Claudia y Clara López y Antonio Navarro. Se necesita una coalición más allá de los partidos”.
¿Pero usted es aun militante del Partido Liberal?
“Soy miembro del partido, practico la filosofía liberal y me interesa el apoyo del liberalismo, sobre la base de lo expresado. Sin conocer las reglas no puedo descartar las firmas”.
Si el presidente Santos tuviera una aprobación del 70 %, ¿pensaría en ir por firmas?
“Es evidente que hay un desgaste del Gobierno y del presidente Santos, pero también de los partidos. Es un fenómeno mundial. El escenario de la política se ha ampliado, ya no se basa solo en la democracia representativa; hay nuevos escenarios”.
Todo apunta a que, con el apoyo del expresidente César Gaviria, usted será proclamado candidato único…
“Es algo especulativo. Cada día trae su afán”.
¿En esa coalición cabe el partido de Germán Vargas?
“El problema de Cambio Radical es que en el Congreso a veces ha ido en contra del desarrollo del Acuerdo. Su jefe, el doctor Vargas Lleras, ha guardado silencio. No le veo el vigor ni el deseo de apoyar el Acuerdo”.
¿Espera un guiño del presidente Santos a su campaña?
“No soy el candidato del presidente. La tarea que cumplí en La Habana, por instrucción de él, la sentí como un mandato para defender el derecho a vivir en paz. Mi agradecimiento con él es enorme, porque me dio la oportunidad de jugar un papel en uno de los momentos más trascendentales de la historia. Yo no hice parte del gabinete ni era un funcionario, por lo que hay decisiones económicas y políticas de las que no soy responsable”.
¿Qué responde a los sectores que dicen que usted será el candidato de las Farc?
“No estoy buscando apoyo de las Farc. Al inicio de las conversaciones llevaron su ideología a la mesa y les dije que ese ejercicio no era para que el uno convenciera al otro, sino para finalizar un conflicto, que ya terminó. El número de víctimas a partir del cese bilateral es cero. Las armas están en poder de la ONU. Eso no significó concesiones de carácter ideológico. Tengo larga tradición como demócrata”.
Pero si más adelante las Farc deciden respaldarlo, ¿públicamente los rechazaría?
“No ha ocurrido, y espero que no ocurra, porque vamos por caminos ideológicos distintos. No he considerado esa hipótesis”.
¿El discurso de la campaña del plebiscito de elegir entre la paz y la guerra será reciclado para las presidenciales?
“Las preocupaciones de los colombianos son más amplias. La discusión es sobre las oportunidades de la incipiente paz. Por ejemplo, hay un problema de seguridad ciudadana. Los recursos que se dedicaban al combate con las Farc pueden volcarse a la seguridad ciudadana”.
Fuente: http://www.elcolombiano.com/colombia/politica/no-soy-candidato-del-presidente-santos-ni-busco-apoyo-de-las-farc-DB7120050