El mandatario francés decidió cambiar a ocho ministros y eligió perfiles más políticos para Educación y Sanidad
El presidente francés, Emmanuel Macron, remodeló este jueves su Gobierno para intentar darle un nuevo impulso después de la crisis de las pensiones y los disturbios con ocho nuevos miembros y, sobre todo, con perfiles más políticos en Educación y Sanidad.
En un comunicado, el Elíseo presentó la nueva composición del Ejecutivo, en el que no cambian los titulares de los departamentos más políticos ni la primera ministra, Élisabeth Borne, y que celebrará el viernes su primer Consejo de Ministros.
Los principales cambios son el del titular de Educación, el historiador de origen senegalés Pap Ndiaye, al que sustituirá el hasta ahora ministro de Hacienda, Gabriel Attal -un próximo de Macron de sólo 34 años-, y el del ministro de Sanidad, François Braun, reemplazado por Aurélien Rousseau, que era director de gabinete de Borne.
Attal, que ocupaba la cartera de Hacienda desde mayo de 2022 y quien antes fue portavoz del Gobierno (2020-2022), es uno de los hombres de más confianza de Macron y ocupará ahora el Ministerio de Educación, el que tiene más dotación presupuestaria y que maneja un elevado número de empleados públicos (1,2 millones).
Rousseau, de 46 años y militante comunista en su juventud, tiene una dilatada carrera como alto funcionario formado en la prestigiosa Escuela Nacional de la Administración (ENA).
Entre 2020 y 2022, estuvo en primera línea de combate contra la crisis del covid como director de la agencia regional de salud de la región parisina. Durante casi dos años (2015-2017) fue director adjunto de los primeros ministros socialistas Manuel Valls y Bernand Cazeneuve y desde mayo de 2022 ha ejercido como jefe de gabinete de la primera ministra Élisabeth Borne, a la que Macron finalmente ha confirmado en el cargo a pesar de las tensiones de los últimos meses.
Entre las nuevas caras del Ejecutivo están también Thomas Cazenave en la cartera de Hacienda, el alcalde de la ciudad de Dunkerque Patrice Vergriete en Vivienda o la diputada Aurore Bergé en Solidaridad y Familias.
Además de Attal, hay dos mujeres que cambian de ministerio: Sarah El Haïry, que llevará las riendas de Biodiversidad, y Bérangère Couilllard en Igualdad entre Hombres y Mujeres.
Una vez presentado el nuevo gabinete, Macron debe dirigirse a los franceses en un formato todavía por determinar de aquí al próximo domingo, cuando inicia un viaje a Oceanía de una semana.
Se trata de hacer un balance de los 100 días de acción desde la promulgación de la polémica reforma de las pensiones, que va a retrasar progresivamente la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, lo que dio lugar a protestas sociales entre enero y mayo.
También trazará una línea política para los próximos meses en un contexto político que sigue marcado por el hecho de que Macron no dispone de mayoría absoluta en la Asamblea Nacional para adoptar sus proyectos legislativos y necesita apoyos de partidos que no forman parte de su Gobierno.
Las próximas batallas son una “recomposición política” alrededor de la ecología y su reforma migratoria, que “no hay que dejar en manos de las oposiciones”, dijo el mandatario centrista a los diputados oficialistas la víspera.
Los disturbios que estallaron a finales de junio en Francia tras la muerte de un joven baleado por la policía aplazaron la remodelación que había cobrado fuerza tras el desgaste provocado por la controvertida reforma de las pensiones.
El lunes, el presidente ya confirmó a Borne en su cargo, aunque para el 56% de los franceses es una mala primera ministra, según un sondeo Elabe publicado el miércoles.
Vía: Infobae
