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OCDE: el PIB mundial volverá a niveles prepandémicos en 2021

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Aunque la pandemia dejará marcas dolorosas y duraderas en muchos países, la economía mundial tendrá una recuperación espectacular, impulsada por lanzamientos de vacunas y apoyos gubernamentales, estima la OCDE

Tras un fuerte descenso del 4,2% este año, la producción mundial volverá a niveles previos a la pandemia para fines de 2021, considera la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su perspectiva económica publicada este martes (1.12.2020).

La OCDE, con 37 miembros, proyecta que el PIB mundial aumentará alrededor de 4,2% en 2021 y otro 3,7% en 2022, ayudado por el lanzamiento de la vacuna contra el COVID-19 y políticas fiscales y monetarias ad hoc. Esta recuperación estará liderada por China, que se prevé que crecerá un 8% el próximo año, lo que representa más de un tercio del crecimiento económico mundial.

Este año, la economía mundial está en camino de hundirse en su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, puesto que el coronavirus obligó a la mitad de la población mundial a permanecer en casa. Esto prácticamente sepultó los negocios, el comercio y los viajes a nivel mundial. Y cualquier esperanza de una recuperación rápida se ha visto frustrada por nuevas oleadas del virus, que ha matado a alrededor de 1,5 millones de personas.

No obstante, «por primera vez desde que comenzó la pandemia, hay ahora esperanza para un futuro mejor. El progreso de vacunas y tratamientos ha elevado las expectativas y la incertidumbre ha retrocedido», explicó el economista jefe de la OCDE, Laurence Boone.

En las últimas semanas, se ha anunciado que tres vacunas contra el COVID-19 han sido evaluadas como seguras y efectivas en sus ensayos clínicos. Entre ellas se incluye la desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que hasta ahora ha despertado el mayor interés de gobiernos y organizaciones de todo el mundo.

Daño permanente por COVID-19

La OCDE ha advertido que la recuperación será desigual entre países. Aquellos con sistemas efectivos de testeo, seguimiento y aislamiento, y donde las vacunas se implementen más rápidamente, probablemente tendrán un desempeño relativamente bueno. Pero se prevé que la producción en muchos otros países se mantenga alrededor de un 5% por debajo de las expectativas previas a la crisis.

Además, se espera que las consecuencias económicas golpeen de manera desproporcionada y -en la mayoría de los casos- duradera a los más vulnerables. Las empresas y empresarios más pequeños tienen más probabilidades de quebrar. Y se prevé que la adopción sin precedentes de tecnologías digitales por personas a las que se les pide trabajar desde casa, así como por escuelas y universidades que dictan sus clases en línea durante períodos de confinamiento, hará retroceder en años a niños y jóvenes de entornos menos acomodados.

Así que «a pesar de fuertes políticas de amortiguación, e incluso en un escenario alcista, la pandemia dañará el tejido socioeconómico de países de todo el mundo», reconoció Boone.

Grifos de dinero abiertos

Hasta ahora, la recuperación mundial ha sido respaldada por billones de dólares inyectados por gobiernos y bancos centrales. La OCDE ha enfatizado que los grifos de dinero deben mantenerse abiertos, a pesar de los avances en vacunas.

Los gobiernos deben seguir invirtiendo en medidas de salud pública para limitar el impacto de los nuevos brotes del virus, y seguir apoyando a empresas y empleos para garantizar una recuperación más rápida cuando se levanten las restricciones, según el informe.

El reporte también llega a la conclusión de que mayores estímulos fiscales no siempre se han traducido hasta ahora en un mejor desempeño económico, lo que sugiere que no todas las medidas se han utilizado «sabiamente». El apoyo monetario y fiscal debe canalizarse hacia un mejor y más sólido crecimiento económico, dando prioridad a las inversiones en educación, salud, infraestructura física y digital, recomendó Boone.

Lamentablemente, se espera que la pandemia empuje a entre 88 y 115 millones de personas a la pobreza extrema, definida este año por el Banco Mundial como vivir con menos de 1,90 dólares (1,60 euros) al día. Los gobiernos deberían dar prioridad a revertir esta tendencia y superar la desigualdad de ingresos, añadió Boone.

La OCDE ha pedido una mayor cooperación entre los países en la lucha contra el coronavirus, incluyendo asuntos como la distribución de vacunas y la extensión del alivio de la deuda a los países más pobres.

«La pandemia es la primera crisis totalmente global desde la Segunda Guerra Mundial. Ha sido enfrentada con masivas respuestas nacionales, pero también con fronteras cerradas y poca cooperación», dijo Boone. Y advirtió que «el proteccionismo y el cierre de fronteras no son la respuesta».

Vía: DW