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Macron dice que Francia organizará una conferencia de ayuda y pide una «refundación» política en Líbano

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Aboga por dejar de lado «un sistema capturado por una corrupción organizada»

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este jueves desde Líbano que París organizará una conferencia internacional para movilizar fondos en apoyo al país tras las explosiones del martes en el puerto de Beirut y ha reclamado a las autoridades «una refundación del orden político» en el país.

El mandatario ha desvelado en rueda de prensa que Francia organizará «en los próximos días» una conferencia para «movilizar financiación internacional de europeos, americanos, de los países de la región y de más allá» para entregar ayuda al país por las explosiones, que han dejado al menos 137 muertos y más de 5.000 heridos.

«Pondremos en marcha una gobernanza clara y transparente para que la totalidad de esta ayuda (…) sea directamente entregada a las poblaciones, a las organizaciones no gubernamentales y a los equipos sobre el terreno que tienen necesidad de ella sin opacidad o desvíos», ha adelantado.

Así, ha manifestado que en el país habrá «un antes y un después» del 4 de agosto y ha argüido que «esta terrible explosión ha sonado como un trueno en la ladera de la desesperación». «En la explosión del 4 de agosto hay una metáfora de la crisis contemporánea de Líbano, resultado de lo que puede pasar cuando hay algo de lo que no nos ocupamos», ha añadido.

«Había esta mañana, en la cólera de los jóvenes en las calles, y para mí también, los ingredientes de una formidable esperanza», ha manifestado, antes de agregar que «ahora es el momento de responsabilidad para Líbano y sus dirigentes».

«Hace falta reconstruir la confianza y la esperanza. Eso no se decreta. Eso no se reconquista de la noche a la mañana, sino que supone una refundación del orden político», ha enfatizado Macron, quien ha pedido dejar de lado «un confesionalismo en ocasiones capturado y un sistema capturado por una corrupción organizada».

PIDE «UN NUEVO PACTO» CON EL PUEBLO

«Lucharé porque la solidaridad internacional esté ahí (…) pero no puedo asumir las responsabilidades de un Gobierno soberanamente electo y de un presidente soberanamente electo. Su responsabilidad es inmensa, es la de una refundación, de un nuevo pacto con el pueblo libanés en las próximas semanas», ha argumentado.

En este sentido, ha asegurado que «este cambio profundo es esperado» y ha añadido que «los dirigentes y las fuerzas políticas libanesas tienen que demostrar hoy su capacidad y responder». «Lo digo con mucha humildad y mucha exigencia», ha apuntado.

Macron ha subrayado que se trata «de la exigencia de un amigo que se apresura cuando los tiempos son duros, pero no para dar cheques en blanco a sistenas que ya no tienen la confianza de su pueblo». «Estaré aquí para apoyar a todos sus dirigentes. He sido franco, directo y sincero hoy con cada uno de ellos», ha manifestado.

De esta forma, ha desvelado que espera «respuestas claras» por parte de las autoridades sobre «el Estado de Derecho, la transparencia, la libertad, la democracia y las reformas indispensables». «Les creo capaces», ha puntualizado, antes de confirmar que volverá al país el 1 de septiembre para unanueva visita.

«LÍBANO NO ESTÁ SOLO»

El presidente francés había destacado a través de Twtter que «Líbano no está solo», tanto en francés como en árabe, nada más aterrizar en la capital libanesa. «He venido a dar un testimonio de apoyo, de amistad, de solidaridad fraternal con el pueblo libanés», dijo en sus primeras declaraciones a la prensa.

Además, avanzó que pretende movilizar la ayuda «a nivel europeo». «Quiero organizar la cooperación europea y, más ampliamente, la cooperación internacional» hacia Líbano, apostilló.

Macron inauguró su agenda en Beirut visitando la ‘zona cero’, donde se puede ver un enorme agujero rodeado de esqueletos de edificios. En su recorrido, en el que ha estado acompañado de autoridades locales, pudo conversar con voluntarios de la Cruz Roja Libanesa.

«Creemos que hay esperanzas de encontrar a gente con vida», señaló el socorrista francés Vincent Teissier, a preguntas del propio Macron. «Estamos buscando a siete u ocho personas desaparecidas que se habrían quedado atrapadas en una sala de control (del puerto) sepultada por la explosión», precisó.

El presidente francés se ha reunido durante la jornada con su homólogo libanés, Michel Aoun, y con el primer ministro, Hasán Diab, así como con otros actores políticos y «representantes de los movimientos civiles», para abordar la situación.

CRÍTICAS INTERNAS

La intención de Macron es subrayar la necesidad de que la comunidad internacional ayude a Líbano, que se ha visto sobrepasado por lo que constituye la mayor «catástrofe» en la nación árabe desde la guerra contra Israel de 2006.

Sin embargo, su iniciativa ha sido criticada desde la izquierda francesa, que lo ve como «una injerencia en la vida política de Líbano». «Líbano no es un protectorado francés», ha escrito en Twitter el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.

Mélenchon ya manifestó el miércoles que, aunque «el envío de material de socorro a Líbano es algo bueno», con su visita oficial Macron se arriesga a «molestar y desorganizar». Además, le pidió que fuera «inclusivo» a la hora de reunirse con los actores políticos del país.

UNA CIUDAD DEVASTADA

Las explosiones han dejado un saldo de al menos 137 muertos y unos 5.000 heridos, mientras que decenas de personas siguen desaparecidas y unas 300.000 se han quedado sin casa por los daños causados en los edificios cercanos al puerto.

Las causas aún están por confirmar, si bien la principal hipótesis es que 2.750 toneladas de nitrato de amonio que se acumulaban desde hacía seis años en uno de los almacenes del puerto de Beirut ardieron por las precarias condiciones de seguridad en el lugar.

Las autoridades han declarado el estado de emergencia para Beirut, han liberado una partida presupuestaria de 100.000 millones de libras libanesas (unos 56 millones de euros) y han creado una comisión de investigación que en cinco días, a contar desde el martes, debe aportar sus conclusiones sobre las causas de lo ocurrido.

Las explosiones han tenido lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica –la peor desde la guerra civil (1975-1990)– y se teme que la destrucción ocasionada por las mismas impacten directamente en la importación de alimentos y otros productos básicos.

Vía: Europa Press