Los resultados provisionales mostraban al bloque Verde en cuarto lugar con 69 escaños frente a los 17 que logró en 2014. El cambio climático fue un tema fundamental para los electores.
Los partidos verdes en Alemania, Francia, Gran Bretaña y otros países celebraban este lunes grandes avances en las elecciones para elegir a los 751 miembros del Parlamento Europeo, en medio de crecientes preocupaciones por el cambio climático que se vieron plasmadas en grandes protestas de estudiantes en los últimos meses.
Los resultados provisionales mostraban al bloque izquierdista Verde en cuarto lugar en los comicios, con 69 escaños frente a los 17 que logró en 2014. De confirmarse, los datos podrían poner a los Verdes en posición de inclinar la balanza cuando llegue la hora de elegir al próximo jefe de la Comisión Europea.
«Ahora, el que nos pida legitimidad a nosotros y legitimidad a los muchos que salieron a las calles tendrá que cumplir», afirmó Sven Giegold, destacado candidato del Partido Verde alemán, que logró más del 20% de los votos en su país, frente a casi el 10% en 2014.
Armin Laschet, gobernador del estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, y miembro del partido de centroderecha CDU de la canciller, Angela Merkel, describió el resultado como «un toque de atención para la política».
La fuga de votos de partidos tradicionales hacia los Verdes en Alemania fue especialmente pronunciada en grandes ciudades como Berlín, Múnich y Hamburgo y entre los jóvenes votantes, ya que el partido superó a sus rivales más grandes entre todos los votantes menores de 60 años.
En la vecina Francia, el 25% de los votantes entre 18 y 25 votó a los Verdes, frente al 15% que optó por la Agrupación Nacional de ultraderecha y el 12% que votó a República en Marcha, el partido del presidente, Emmanuel Macron, según la encuestadora Ifop. En total el partido verde francés EELV recibió casi el 13,5% de los votos, hasta quedar en tercer lugar.
Yannick Jadot, cabeza de lista de EELV, celebró la llegada de la «gran ola verde» en Europa.
«Los franceses nos han enviado un mensaje muy claro: quieren que el medio ambiente esté en el centro de sus vidas, en el centro del juego político, y ese mensaje se ha extendido por toda Europa», dijo.
Las formaciones ambientalistas también tuvieron buenos resultados en Austria, Suecia, Irlanda, Bélgica, Holanda y Dinamarca. En Gran Bretaña, los Verdes (una fuerza casi insignificante a nivel nacional) se hicieron con 11 escaños en las elecciones europeas.
Algunos de los partidarios jóvenes de estos partidos se sintieron atraídos por su firme postura euro optimista, señaló Giegold, lo que los enfrentaba de frente con los partidos de ultraderecha y contrarios a la inmigración que también han crecido en Europa en los últimos años.
También Alexander Gauland, co líder de la formación de ultraderecha Alternativa Por Alemania, se hizo eco de esa enemistad al describir a los Verdes como «nuestro principal enemigo».
«Los Verdes destruirán este país y nuestro trabajo debe ser combatir a los Verdes», dijo.
Giegold señaló que los legisladores verdes en el Parlamento Europeo tienen previsto revisar el presupuesto agrícola del bloque, que asciende a 223.700 millones de dólares y según los ambientalistas hace demasiado hincapié en explotaciones intensivas o a gran escala en lugar de en la agricultura y ganadería respetuosas con el medio ambiente.
Los verdes también quieren que todas las leyes aprobadas a nivel europeo pasen un control climático. El partido ha respaldado con firmeza las peticiones de los científicos de que la Unión Europea deje de emitir gases de efecto invernadero para mediados de siglo.
Fuente: Clarin.com