París y otras ciudades francesas afrontan otra jornada de protestas en las que el Ejecutivo francés ha recurrido a los militares para reforzar la seguridad
Fuerzas militares francesas se unieron a la policía en París el sábado para enfrentar el decimonoveno fin de semana consecutivo de las protestas de los chalecos amarillos contra el Gobierno del presidente Emmanuel Macron.
El Ejecutivo francés anunció esta semana nuevas medidas de seguridad, que incluían la prohibición a los manifestantes de reunirse en los Campos Elíseos y el despliegue del Ejército en la denominada Operación Centinela, así como el reemplazó del jefe de la policía de París. Macron se vio obligado a endurecer su política después de que algunos manifestantes saquearan, incendiaran y destruyeran tiendas de lujo en los Campos Elíseos.
Alrededor de 8.300 personas, incluidas 3.100 en París, se movilizaron sobre las 14.00 horas, según estimaciones del Ministerio del Interior desafiadas regularmente por los manifestantes. El sábado pasado, a la misma hora, según la misma fuente, fueron 14.500 en todo el país, incluyendo 10.000 en París.
En otras importantes ciudades francesas también continuación de las protestas. El centro de la ciudad de Niza (sureste de Francia) fue este sábado por la mañana el primer escenario de algunos incidentes entre chalecos amarillos y la policía a causa de una concentración dentro del perímetro donde las autoridades habían prohibido toda manifestación.
Una mujer de 75 años, según el canal BFMTV, resultó herida durante una carga policial para desalojar de la plaza de Garibaldi, y al menos seis personas fueron detenidas durante la intervención de las fuerzas del orden, según la prefectura (delegación del Gobierno).
Niza es una de la quincena de ciudades de Francia en las que las autoridades han establecido perímetros dentro de los cuales no es posible manifestarse.
En París, tanto esa avenida como la plaza del Arco de Triunfo y las zonas próximas al Palacio del Elíseo -sede de la presidencia- y a la Asamblea Nacional forman parte de ese perímetro en el que se ha desplegado un fuerte dispositivo policial apoyado por varios vehículos blindados capaces de atravesar barricadas.
Una portavoz de la Prefectura de Policía explicó a la agencia Efe que hasta mediodía se habían realizado 31 detenciones en diversos puntos de la ciudad, pero sin enfrentamientos con las fuerzas del orden, y que otras 15 habían sido multadas por concentrarse en áreas prohibidas.
El Gobierno ha dado orden de sancionar con 135 euros a todo el que pretenda manifestarse en las zonas acotadas como una forma de atajar de raíz altercados como los del sábado pasado, cuando más de 200 personas fueron arrestadas.
Aunque el Ejecutivo no ha querido cuantificar la movilización de las fuerzas del orden, BFMTV indicó que se han desplegado unos 4.700 agentes en París, con media docena de blindados.
En la capital, hay en marcha desde las 13.horas una manifestación de chalecos amarillos que ha recibido autorización, en la plaza Denfert Rochereau en dirección a Montmartre. Pero al mismo tiempo, en las redes sociales han circulado otros puntos de concentración, en particular la explanada del Trocadero, que se encuentra a diez minutos a pie de los Campos Elíseos.
El aumento de la violencia de la semana pasada se produjo cuando el movimiento antigubernamental que se inició hace cuatro meses ha perdiendo fuerza de forma gradual.
Si bien las protestas comenzaron en noviembre para oponerse a los aumentos de los impuestos sobre el combustible, se han expandido hacia un rechazo más amplio de las políticas económicas de Macron, que los manifestantes dicen favorecen a las empresas y a los ricos sobre los trabajadores franceses comunes.
Fuente: La Vanguardia
