La colectividad plantea elevar el impuesto a las emisiones de carbono para compensar la menor recaudación producto de la integración del sistema impositivo planteado en la reforma tributaria.
El senador de Evópoli, Felipe Kast, destacó que la propuesta de su partido para elevar los impuestos a las emisiones de carbono, no sólo permitiría compensar la menor recaudación que generará la integración del sistema impositivo propuesta por el gobierno en el proyecto de reforma tributaria, sino que además permitiría castigar a las industrias contaminantes.
“Debemos corregir las externalidades negativas y nos parece que esta propuesta de impuesto a las emisiones de carbono puede ser una buena forma para buscar el equilibrio financiero de la reforma tributaria. La fragilidad del medioambiente amerita que el que contamine más, pague más”, afirmó Kast al dar a conocer la propuesta en conferencia de prensa junto al presidente de la colectividad, Hernán Larraín Matte.
En este sentido Kast aseveró que “con esta propuesta no sólo recaudamos, además, hacemos justicia y exigimos compensación económica a quienes más daño generan en el medio ambiente”.
Tal como adelantó Pulso, la propuesta, denominada “Reforma Tributaria Verde”, busca aumentar el impuesto a las emisoras de carbono y llevar a Chile al estándar internacional de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde),
Así en un primera instancia la iniciativa, que ya fue presentada al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, plantea duplicar el impuesto actual a las emisoras de C02 desde U$5 por tonelada, a U$10 por tonelada, lo que se traduciría en una mayor recaudación de U$229,2 millones.
Según cifras del Ministerio del Medio Ambiente del año 2017, la industria que más participa en la generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI), es el sector eléctrico, que concentra el 77% de la generación total de GEI, en razón del uso de combustibles fósiles (carbón y petróleo) para generar electricidad. Por su parte, en lo que respecta a la emisión de CO2, la industria de la electricidad concentra el 45%, el transporte el 29%, la construcción el 17%, y el resto lo ocasiona el sector residencial, comercio local y pesca con un 9%, aproximadamente.
En septiembre del año 2015, Chile se comprometió en disminuir en un 30% las emisiones de carbono para el año 2030, y fue ratificado en el marco del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Para este propósito se han diseñado medidas, en las cuales destaca el “Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 2017-2022”, “Plan de Mitigación del Cambio Climático”, “Plan Nacional de Política Energética 2050”, “Planes de Descontaminación Atmosférica. Estrategia 2014-2018” y la “Estrategia Nacional de Crecimiento Verde”.
Como resultado de distintas acciones, se decidió incorporar un impuesto al carbono a partir del año 2017. El nuevo impuesto que grava las emisiones de CO2 fue establecido con la finalidad de encarecer su uso y reducir las emisiones del mismo. Para ello, se decretó un cargo de cinco dólares por cada tonelada de CO2 hacia aquellos establecimientos industriales generadores de emisiones desde fuentes fijas y que sumen -individual o en conjunto- una potencia de 50 megavatios térmicos o más.
Fuente: La Tercera
