Los sondeos anuncian una descomposición acelerada del paisaje político francés. Emmanuel Macron se instala en el podio dominante. Marine Le Pen «pesa» más que socialistas, comunistas y extremas izquierdas juntas.
Según el último sondeo que Le Figaro (conservador) destaca a toda página, en portada, estas son las nuevas relaciones de fuerza e intenciones de voto en las elecciones europeas del mes de mayo:
La República en Marcha (LREM, el partido de Macron), cuenta con un 22% de intenciones de voto, confirmándose como el partido dominante, en solitario, integrando en su seno a conservadores tradicionales y centristas reformistas.
Agrupación Nacional (AN, el partido de Marine Le Pen) cuenta con 19/20% intenciones de voto, confirmándose como segunda fuerza política nacional. Más del 30% de los obreros franceses votan extrema derecha desde hace más de veinte años.
Los Republicanos (LR, derecha tradicional) tienen un 12% de intenciones de voto. Tendencia que parece sugerir una evolución de fondo: el electorado de centro derecha sigue «huérfano» de Nicolas Sarkozy, y se está inclinando parcialmente hacia Macron.
Según el sondeo de Le Figaro, el PS pudiera agravar su hundimiento histórico, con un 6% de intenciones de voto. El peor resultado del socialismo francés en la historia de unas elecciones europeas. Una lista socialista disidente pudiera aspirar a un 4%. Hundimiento acompañado de división fratricida.
El PCF se instala en la periferia insignificante de la política francesa, con un 2% de intenciones de voto, cuando la extrema izquierda populista de Francia Insumisa, liderada por Jean-Luc Mélenchon, cuenta con un 8% de intenciones de voto.
Media docena de otras listas, ecologistas, nacionalistas, populistas, extremistas, tienen intenciones de voto que oscilan entre el 1 y el 8%, sin salir nunca de la insignificancia absoluta o relativa.
Si tales intenciones de voto llegaran a confirmarse, estaríamos asistiendo a una descomposición sin precedentes recientes del paisaje político francés, con dos tendencias significativas.
El partido de Emmanuel Macron aspira a «federar» todos los votos de centro y derecha tradicionales. La extrema derecha de Le Pen pesa tanto o más que socialistas, comunistas y extrema izquierda juntos.
Fuente: ACB.es