Inicio Portada Vargas Llosa: del marxismo al liberalismo

Vargas Llosa: del marxismo al liberalismo

1766
0
Compartir

Por: Mauricio Botero Caicedo

Con motivo de la presentación en Bogotá del último libro de Mario Vargas Llosa, mañana lunes 23 de abril —auspiciado por el Instituto de Ciencia Política—, se va a realizar un conservatorio. En La llamada de la tribu, el nobel hace una autobiografía política e intelectual en torno a los siete pensadores que lo influenciaron: el escocés Adam Smith, el español José Ortega y Gasset, los austríacos Friedrich von Hayek y Karl Popper, el pensador y estudioso Isaiah Berlin, Raymond Aron y Jean-François Revel. Los intelectuales antes citados, asegura Vargas Llosa, fueron fundamentales en sus años de mayor desazón intelectual y política. Un prestigioso crítico afirma que cada uno de estos filósofos “le permitieron a Vargas Llosa identificar una tradición de pensamiento que privilegiaba al individuo con respecto a la tribu o lo que él identifica como tal: ese efecto aplanador del que se valen las utopías para uniformar a las sociedades, relegándolas a una expresión colectiva que atenta contra el espíritu de libertad que encierra la individualidad, y por tanto la libertad de expresión ‘como valor fundamental para el ejercicio de la democracia’”. La llamada de la tribu es un libro en defensa del liberalismo y contra “las mentiras y calumnias” que se han tejido alrededor de esta corriente. Vargas Llosa relata no sólo su evolución hacia las ideas liberales, sino que describe su tránsito intelectual y político. En sus propias palabras, “el recorrido que me fue llevando, desde mi juventud impregnada de marxismo y existencialismo sartreano, al liberalismo de la madurez”.

Y a pesar de ser Mario Vargas Llosa el más radical defensor de las democracias sobre los regímenes militares y los populistas, y de haberse puesto en 1971 a la cabeza de un nutrido grupo de intelectuales que denunciaron el viraje de los Castro al totalitarismo a raíz del encarcelamiento del poeta Heberto Padilla, el nobel se convirtió en la “bestia negra” de la tribu progresista continental que eligió continuar con la pleitesía al tirano cubano. Tampoco sobra destacar que Mario Vargas Llosa ha sido vertical en su rechazo a toda dictadura: jamás ha estado dispuesto a transigir o negociar las libertades políticas y civiles en aras de mantener las libertades económicas y nunca les ha hecho concesiones a las tiranías.

Apostilla 1. El presidente Juan Manuel Santos, en la clausura de la asamblea de la SIP, dijo: “El régimen venezolano se inventó una Asamblea Constituyente espuria que rechazamos y desconocemos… También es preocupante que entre los artículos está el abolir el sufragio universal, o sea, implantar un sistema igual al de Cuba y perpetuarse en el poder indefinidamente”. O sea, todos los que hemos advertido durante los últimos siete años sobre el peligro de tener como garantes y avaladores del proceso de paz a dos satrapías con innegable vocación totalitaria, ¿de golpe no estábamos tan desubicados?

Apostilla 2. El cabecilla de las Farc alias Jesús Santrich negó haber negociado droga con el cartel de Sinaloa y afirmó que su involucración se relacionaba con “proyectos productivos” de granjas agrícolas y piscícolas en las zonas donde se implementarían los acuerdos de reforma rural. Lo que no se entiende es por qué Zeuxis Pausias no aclaró esto desde un principio. ¡Faltaba más que confundieran a un inversionista agrícola como él con un vulgar aspirante a traqueto!

 

Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/vargas-llosa-del-marxismo-al-liberalismo-columna-751336